El jueves, la Ministra de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena Ibarra, anunció en una conferencia de prensa que México ha firmado un acuerdo con Venezuela para deportar migrantes y ha alcanzado acuerdos con empresas mexicanas y venezolanas para emplearlos.
Los venezolanos han sido uno de los grupos más grandes de migrantes que llegan a México en su camino hacia Estados Unidos, en busca de escapar de la crisis política y económica de su país. Actualmente, se estima que hay entre 4,000 y 5,000 migrantes venezolanos varados en México, principalmente en la ciudad de Tijuana.
Los ciudadanos estadounidenses están cada vez más preocupados por los migrantes que llegan a sus fronteras. Según una encuesta de Reuters-Ipsos realizada a principios de este año, el 17% consideraba que el tema era el problema más importante que enfrentaba el país, un aumento del 11% desde diciembre.
«El plan carece de base legal», dijo Enrique Lucero, director municipal de atención a migrantes en Tijuana. Lucero instó a las autoridades a normalizar las rutas de migración para las personas que buscan asilo en Estados Unidos.
El gobierno mexicano anunció que otorgará a los migrantes en el país alrededor de $110 dólares al mes como parte de un programa en el que también tendrán la oportunidad de trabajar para diferentes empresas en ambos países.
Empresas Polar y la empresa estatal de petróleo PDVSA de Venezuela, junto con la panificadora mexicana Bimbo y la minorista FEMSA, son algunas de las empresas que participan en el programa, según Bárcena Ibarra.
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