El pasado fin de semana, Donald Trump anunció la incorporación de Tom Homan, exdirector interino de la EE. UU. (ICE, por sus siglas en inglés), como el nuevo encargado de supervisar la inmigración, así como la seguridad marítima y aérea de la frontera estadounidense. Este nombramiento marca el regreso de Homan, conocido por su postura estricta en el manejo de la migración, y su llegada refuerza la orientación de mano dura que la administración Trump planea implementar en su nueva gestión.
Durante su mandato en el primer gobierno de Trump (2016-2020), Homan generó controversia al aplicar políticas que separaban a familias migrantes en la frontera. Esta medida provocó que miles de menores fueran apartados de sus padres, quienes a menudo enfrentaban deportación. La trayectoria de Homan y su estilo «sin concesiones» frente a la migración le otorgaron una fuerte notoriedad en el ámbito político y social de Estados Unidos, lo que reafirma su papel como «halcón» de la política migratoria.
En plena campaña de 2023, Homan enfatizó la idea de deportar a familias completas para evitar las críticas que surgieron en torno a la separación de menores. «Francamente, no me importa lo que la gente piense de mí, especialmente en la izquierda», declaró el nuevo «zar de la frontera» en una entrevista con Fox News, dejando en claro su determinación ante posibles cuestionamientos. Además, Homan afirmó que su prioridad es la seguridad nacional: «Esta es la mayor vulnerabilidad para la seguridad nacional que ha visto esta nación desde el 11 de septiembre. Tenemos que solucionarlo».
La postura de Homan también es desafiante respecto a los gobernadores demócratas que, en su opinión, podrían oponerse a la nueva política migratoria de Trump. «Si no están dispuestos a ayudar, que se quiten del camino porque [la ICE] va a hacer su trabajo», subrayó el exjefe de la ICE, anticipando una probable confrontación con estados que buscan proteger a las comunidades migrantes.
Sheinbaum defiende a la comunidad mexicana en EE. UU.
En respuesta a este endurecimiento en las políticas migratorias de Trump, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardose pronunció en defensa de la comunidad mexicana que reside en Estados Unidos. Sheinbaum Pardo destacó que su gobierno está comprometido en apoyar a los connacionales frente a las medidas antiinmigratorias que ya están siendo anunciadas por la administración Trump. «Vamos a buscar ponernos en contacto con el equipo de transición del presidente Trump antes de que asuma el Gobierno», señaló la presidenta en conferencia de prensa. Añadió que «siempre vamos a defender a las y los mexicanos que están del otro lado de la frontera».
Sheinbaum Pardo enfatizó que los inmigrantes, especialmente los mexicanos, son esenciales para la economía de Estados Unidos. La mandataria explicó que su gobierno tiene datos que respaldan esta afirmación y que planea utilizarlos para ilustrar el impacto positivo de la comunidad migrante en EE. UU. También subrayó la importancia de establecer comunicación con el equipo de Trump para entender los alcances de sus políticas y explorar posibles formas de coordinación entre ambas naciones.
Respecto a la política migratoria de México, Sheinbaum Pardo reiteró que su administración continuará el enfoque de atacar las causas de la migración, destacando que la pobreza y la falta de oportunidades son los principales motores del fenómeno migratorio. «Las familias buscan una mejor condición de vida, por eso migran; se migra por necesidad en la mayoría de los casos, tanto en nuestro país como en Centroamérica y otras regiones», explicó Sheinbaum Pardo.
El impulso a proyectos de desarrollo para frenar la migración
En línea con los «polos de bienestar» establecidos por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, Sheinbaum Pardo indicó que su gobierno mantendrá el esfuerzo en proyectos de inversión en la frontera sur, particularmente en zonas como Guatemala y Chiapas. Estos proyectos están destinados a generar empleos, mejorar la calidad de vida y permitir que las personas permanezcan en sus lugares de origen, con el objetivo de reducir la migración en condiciones humanitarias. La presidenta sostuvo que esta estrategia es esencial para enfrentar el fenómeno migratorio en su raíz y buscará contenerlo en el sur de México de manera más humana y efectiva.
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