El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Israel Katz, solicitó la exclusión de Turquía de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tras las declaraciones del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien insinuó una posible intervención militar en Israel. Este comentario provocó una reacción enérgica de Katz, quien calificó las palabras de Erdogan como una amenaza seria y subrayó el peligro que representa Turquía bajo su liderazgo.
La amenaza de Erdogan y la reacción israelí
Erdogan afirmó este domingo que Turquía podría intervenir en Israel de manera similar a como lo hizo en Nagorno Karabaj y Libia. «No hay nada que nos impida hacerlo. Solo necesitamos ser lo suficientemente fuertes para dar estos pasos», declaró el mandatario turco, generando preocupación internacional y tensión diplomática.
En respuesta, Katz recordó el destino del exmandatario iraquí, Sadam Husein, quien fue derrocado y ejecutado tras una invasión liderada por Estados Unidos en 2006. «Erdogan sigue los pasos de Sadam Husein y amenaza con atacar a Israel. Debería recordar lo que pasó allí y cómo terminó», comentó Katz en un tuit, sugiriendo posibles consecuencias graves para el líder turco.
Acusaciones contra Turquía
El ministro israelí también acusó a Turquía de albergar la sede de Hamás, una organización que Israel considera terrorista y que ha lanzado múltiples ataques contra su territorio. Según Katz, Turquía se ha convertido en «un miembro del eje del mal iraní», alineándose con grupos como Hezbolá y los hutíes de Yemen. Estas declaraciones reflejan una creciente preocupación en Israel por la postura de Turquía y su potencial influencia negativa en la región.
Tensión con Hezbolá y situación en los Altos del Golán
Las relaciones entre Israel y el movimiento chiita libanés Hezbolá han alcanzado un punto álgido. Recientemente, un ataque con cohetes en la localidad de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados, dejó al menos 12 muertos, incluidos niños, y más de 30 heridos. Israel responsabilizó a Hezbolá de cruzar «todas las líneas rojas» y advirtió sobre una posible «guerra total».
Hezbolá, por su parte, negó cualquier participación en el ataque y atribuyó el incidente al impacto de un interceptor antimisiles israelí. Esta discrepancia agrava aún más la ya tensa situación en la región.
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