Medios de comunicación israelíes sugieren que la Corte Penal Internacional (CPI) estaría considerando emitir órdenes de arresto contra el primer ministro Benjamin Netanyahu y otros funcionarios del gobierno. Este movimiento surge en medio de tensiones por la investigación de Israel en Cisjordania y la Franja de Gaza, mientras continúan las protestas exigiendo la liberación de rehenes en manos de la organización terrorista Hamás.
Estados Unidos y sus aliados están preocupados por el impacto que estas órdenes podrían tener en las negociaciones de alto el fuego con Hamás. Se teme que Israel se retire de un acuerdo de tregua si la CPI avanza con las órdenes de arresto. El G7 está llevando a cabo esfuerzos diplomáticos discretos para transmitir esta preocupación al tribunal en La Haya.
La CPI está considerando órdenes de arresto tanto para altos funcionarios israelíes como para líderes de Hamás, en relación con la conducta durante el conflicto en Gaza. El Secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, ha instado a una rápida resolución sobre las condiciones para un alto el fuego temporal.
Israel ha mostrado disposición a liberar rehenes como parte de un acuerdo de alto el fuego, pero las negociaciones enfrentan obstáculos, incluida la discrepancia sobre el número de rehenes a liberar. La situación se complica con informes de posibles órdenes de arresto, lo que lleva a Israel a buscar apoyo internacional para evitarlas.
El presidente Joe Biden ha revocado sanciones previas contra la CPI y ha cooperado en algunos casos. Sin embargo, Estados Unidos no es parte de la CPI. El ministro de Relaciones Exteriores de Israel ha instruido a las misiones del país a prepararse para posibles reacciones antisemitas.
El escenario legal en curso presenta un desafío adicional para las negociaciones en curso en Oriente Medio y ha puesto en alerta a las partes involucradas en busca de una solución diplomática y un camino hacia la paz.
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