En sólo una semana, los incendios forestales en México se han disparado, según datos recientes de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). ¿Qué está pasando?
El 20 de marzo, se contabilizaban 30 incendios activos que devastaban mil 610 hectáreas en diez estados. Sin embargo, para este martes, la situación se agravó, con 95 incendios activos en 18 estados, abarcando tres mil 49 hectáreas. Este alarmante incremento del 216% en los incendios contrasta drásticamente con los desafíos financieros que enfrenta la CONAFOR.
Los números hablan por sí solos: el presupuesto asignado a la CONAFOR ha ido menguando. En 2018, al comienzo del mandato actual, recibió tres mil 991 millones de pesos, cifra que ha ido disminuyendo constantemente. En 2019, la asignación se redujo en un 30%, a dos mil 765 millones de pesos. Para 2020, se pronosticó una disminución del 35%, con dos mil 585 millones de pesos, y en el siguiente año, el presupuesto descendió aún más, alcanzando su punto más bajo del sexenio con dos mil 362 millones de pesos, un 40% menos que en 2018. Este año, la reducción nominal es del 33%, con dos mil 672 millones de pesos asignados.
La CONAFOR, en este escenario, se encuentra ante la temporada de incendios con recursos menguados, a pesar de la creciente urgencia de combatir estos siniestros. La dependencia ha desplegado cuatro mil 206 combatientes para hacer frente a los incendios activos, incluyendo seis equipos aéreos que respaldan las labores en varios estados del país.
La cruda realidad es clara: mientras los incendios forestales arden descontroladamente, los fondos de la CONAFOR se reducen. ¿Podrá México contener estas llamas con las manos atadas financieramente?
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