2024 podría ser el año más caluroso en la historia

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) de las Naciones Unidas ha encendido las alarmas este martes con una advertencia contundente: existe una «alta probabilidad» de que el año en curso, 2024, rompa récords de temperatura, colocándose como el más cálido en la historia de los registros climáticos. Este pronóstico sombrío llega tras un decenio concluido en 2023 que ya había marcado un hito histórico de calor, empujando a nuestro planeta «al borde del abismo».

El informe divulgado por la OMM revela cifras alarmantes. El año pasado, 2023, se erigió como el más cálido en los últimos 174 años, con una temperatura media global cerca de la superficie que superó los 1.45°C por encima del nivel de referencia de la era preindustrial. Este fenómeno no solo rompió récords de calor, sino que también dejó marcas inquietantes en indicadores como los niveles de gases de efecto invernadero, temperaturas en superficie, aumento del nivel del mar y retroceso de glaciares.

Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, no dudó en expresar su preocupación ante este panorama. Para Guterres, este reporte es una clara señal de que el planeta «está al borde del abismo». Sus palabras son respaldadas por Celeste Saulo, Secretaria General de la OMM, quien subrayó que el mundo nunca antes había estado tan próximo, aunque de manera temporal, al límite inferior de 1.5 grados centígrados establecido en el Acuerdo de París sobre el cambio climático.

El informe de la OMM también arroja luz sobre otros fenómenos preocupantes. Por ejemplo, revela que el 90% de los océanos experimentaron olas de calor en algún momento del año pasado, mientras que el conjunto mundial de glaciares sufrió la mayor pérdida de hielo desde 1950. Además, el calentamiento continuo de los océanos, combinado con la fusión de glaciares, ha impulsado el nivel del mar a su máximo desde que comenzaron los registros satelitales en 1993.

Estos cambios climáticos están desencadenando fenómenos extremos, como sequías e inundaciones, con consecuencias devastadoras, como desplazamientos de población, pérdida de biodiversidad e inseguridad alimentaria. Según el informe, el número de personas que sufren inseguridad alimentaria aguda en el mundo se ha disparado de 149 millones antes de la pandemia de COVID-19 a 333 millones en 2023.

A pesar de estos desafíos monumentales, la OMM destaca un rayo de esperanza: una transición energética significativa ya está en marcha. El informe señala un impresionante aumento del 50% en la capacidad de incorporación de energías renovables en 2023 en comparación con el año anterior. Este cambio crucial, aunque alentador, pone de relieve la urgencia de acciones concertadas y audaces para frenar el calentamiento global y proteger nuestro planeta antes de que sea demasiado tarde.

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