Vladimir Putin, el hombre fuerte de Rusia, ha asegurado otro mandato presidencial de seis años, consolidándose como uno de los líderes más longevos de la historia rusa, incluso superando a figuras como Joseph Stalin. Esta victoria, ampliamente esperada, le otorga un período adicional en el poder para intensificar su conflicto en Ucrania y desafiar a Occidente, según lo declarado por el Kremlin, que afirma un apoyo público récord en unas elecciones cuyo resultado estaba prácticamente predestinado.
Los resultados preliminares de una encuesta a la salida de las urnas, transmitidos por la televisión estatal el domingo por la noche, muestran que Putin obtuvo un asombroso 87% de apoyo. Este porcentaje supera el récord anterior del 77% que el presidente en ejercicio recibió en las elecciones de 2018, según Bloomberg.
Tres candidatos más, todos de partidos leales al Kremlin, apenas alcanzaron el 5% de apoyo. Casi 4,5 millones de personas votaron en línea en un sistema utilizado por primera vez en 29 de las regiones de Rusia en unas elecciones presidenciales, según informó el servicio de noticias Interfax, citando datos gubernamentales.
La participación preliminar fue del 74,22%, la más alta en más de tres décadas, según datos de la Comisión Electoral Central (CEC) mostrados en la televisión estatal. Esta participación es la más alta desde que Boris Yeltsin se convirtió en presidente en 1991, después del colapso de la Unión Soviética, y muy por encima del 67,5% registrado en 2018. Al menos seis regiones rusas afirmaron que la participación fue superior al 90%.
Destaca el hecho de que, según la CEC, Putin recibió el 94,12% de los votos después de procesar el 100% de los protocolos en las elecciones presidenciales de la Federación Rusa en la República Popular de Lugansk, ubicada en la región en disputa de Donetsk.
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