El experto en artes marciales que hace unos meses se virilizó al ser exhibido en redes sociales por una golpiza que propinó a un menor de edad en un establecimiento de comida rápida, fue asesinado a tiros la tarde de este lunes.
La ejecución ocurrió cuando el hombre se retiraba del establecimiento -ubicado en la calle Iztaccíhuatl- y estaba por abordar su camioneta, cuando fue abordado por un sujeto que le disparó al menos tres veces; se ignora si se trató de un incidente entre particulares o tiene otro trasfondo.
La Fiscalía General del Estado confirmó horas más tarde el crimen pero no aportó mayores detalles de cómo ocurrió y se limitó a señalar que ya se integra una carpeta de investigación; elementos de la Policía de Métodos de Investigación se abocaron a solicitar videograbaciones de domicilios particulares cercanos, para obtener alguna pista.
El ataque ocurrió alrededor de las 13:00 horas y se divulgó de inmediato vía redes sociales, luego que vecinos identificaron a la víctima como Fernando “El Tiburón” Medina, quien apenas a mediados de diciembre pasado recuperó su libertad luego de ser detenido por severa golpiza a un adolescente en una sucursal de la franquicia “Subway”, ocurrida semanas atrás.
El también participante en peleas “vale todo” mantenía cierta fama en el círculo de peleadores pero se volvió viral cuando un video en el que se le ve dar una golpiza a un menor de edad se difundió en redes sociales.
La grabación, con fecha 31 de julio de 2023, se le ve irrumpir en el área de cocina de del “Subway” donde laboraba el muchacho de 15 años, y sin más lo golpea hasta el cansancio, con golpes certeros que lo dejaron malherido; luego se le ve retirarse como si nada.
Gracias a la videograbación, que causó indignación nacional, fue posible identificarlo y conocer que no era la primera vez que incurría en un ataque similar; lo que confirmó un segundo video en el que golpea a otra persona.
“El Tiburón” logró escabullirse varios días al saberse buscado por las autoridades luego que familiares de su víctima -a la que dejó grave- lo acusaron formalmente, pero fue hasta finales de agosto cuando fue aprehendido; se supo entonces que había viajado a varias entidades y pretendía viajar a la Ciudad de México cuando ocurrió su detención.
Las autoridades le clausuraron un negocio de auto partes usadas, un depósito de cerveza, pero no el gimnasio que tenía en la General I. Martínez que, a decir de los vecinos, era utilizado de manera esporádica por clientela pero a “El Tiburón” se le veía acudir al mendos dos veces por semana.
Permaneció internado en el reclusorio estatal vinculado a proceso por homicidio en grado de tentativa hasta mediados de diciembre que logró su libertad al término del lapso que el Juez de Control definió para la investigación complementaria, luego que se reclasificara el delito por el que inicialmente se le acusaba, a lesiones graves.
El proceso en su contra continuaba vigente hasta cumplir con la reparación del daño, además de que mantenía restricciones como no acercarse a la víctima y no abandonar el lugar de residencia.
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